martes, 15 de mayo de 2012

OJOS DE HOY


Ojos de hoy



Hoy me gustan mis ojos,

con la luminosidad de alegrías

que con ellos viví;

con la marca indeleble

de oscuras tristezas

por las que hemos pasado.



Reflejo fidedigno de mis ayeres;

donde cada surco a su alrededor

representa orgulloso

la experiencia aprendida,

donde millones de lágrimas

han lavado las desdichas.



Me gusta esta mirada,

alejada de la displicencia

que muchas veces dejan los años;

mirada con poder de asombro,

ojos que saben reír y llorar

a pesar del silencio.



Luces y sombras han visto,

desvelos y ensueños han padecido,

estoicos y fieles compañeros

del amor y pesar que viví tantas veces;

ojos que saben mis angustias

y conocen mi felicidad.



Me gustan mis ojos de hoy,

porque en ellos sobrevive

 el entusiasmo por seguir adelante;

me gustan más que los de ayer

porque estos ojos que hoy tengo

son el cúmulo de mil miradas.


Calíope Corral Tiscareño ©


Zhely Alceda

Ven, siéntate a mi lado, ¿no quieres? De acuerdo puedes estar del otro lado. Sólo quiero platicarte lo que ya te platiqué, no es necesario que digas nada, tampoco que lo escuches, tal vez desde la primera palabra ya estés viajando en otros horizontes. No quiero aburrirte con tontas historias, ¿ya te vas?, tenía la esperanza de que te quedaras, prometo no tocarte, amarrar mis brazos para no abrazarte, dejar mis alas para no acariciarte, estaré muy quieta de este lado, sin cruzar la raya tan sólo una mirada.

Aunque tengo las palabras en realidad, ahora que estás de frente, no se que decirte. Estos días han sido extraños, he sentido viajando entre dimensiones de quien no soy y nunca quise ser, no me reconozco cuando en mi memoria repaso cada verso, cada estrofa, cada sentimiento. ¿Sabes? No sólo se quedaron en papel, también se tatuaron en mi corazón y desde entonces este sangra, pero no quiero hablarte de mi dolor, quiero saber del tuyo, ese que puedo percibir en tus ojos al verme.

Quisiera poder encontrar la manera de borrar tanta letra, tanto momento, pero no puedo, regresar al pasado sólo es posible cuando recordamos los sucedido. Perdóname, porque se lo que hice, se lo que está pasando. El perdón suena poco, no existe palabra inventada en ningún idioma que muestre por entero mi arrepentimiento. Tal vez sabía el poder de las palabras, lo conocía y hasta lo entendía, hubo un momento en que me perdí, dejé de ver la luz, todo daba vueltas y las cosas su fueron sin control. No me excuso, tan sólo intento dibujarte mi mundo.

Ahora puedes ver mis lágrimas cayendo a los costados, voltea hacia el techo sino quieres ver, daría tantas cosas por regresar y callar ese momento, sanar tu dolor, mostrarte la realidad. A veces, he de confesarte, que me desespero, porque se que fui la única culpable, no supe escucharte, no supe entenderte, leía tus palabras pero no las comprendía, sentía tus latidos y no los cuidaba. Tal vez sientas que sólo intento calmar mi propia culpa, pero no es así, ¿de verdad piensas que puedo sonreír viendo tu vacío? Quiero saber la forma de corregir las cosas, ver al pasado no sirve para cuando intento buscar respuestas, no puedo decir que soltaste mi mano cuando creo que nunca la tomé.

Puedo esperar todo el tiempo pero no puedo detenerme. Debo continuar aún cuando lleve un puñal atravesado en el alma, aún cuando tu memoria me invada por las noches y me diga el daño que hice, me diga que por mi culpa tu luz se desvaneció, ¿aún estás ahí?

Yo estoy aquí, sin nada más que ofrecer, si tener muy en claro que decir, ¿puedes escuchar los gritos de mi alma?, probablemente ya no y sólo esperas que te diga que he terminado para que puedas marcharte, ¿te sientes prisionero? No te preocupes, me levanto, no para tocarte, sino porque de verdad he terminado. Mi corazón se queda con el viento y mi espíritu en este momento, se quien soy para ti en este momento, la persona más mala del mundo.

En verdad ya no duele, ya no lastima, porque se que esas palabras son ciertas y ante eso sólo puedo responder con un lo siento. Lo siento por no a ver encontrado las respuestas, por no encontrar la cura, el remedio, la corrección. Lo siento por ser humana, por quererte de la forma en que nunca debí, por pedirte aquello que no podías darme, por adelantarme, por decir sin saber. Lo siento por soñar con lo prohibido, por cambiar y dejar de ser quien era, por olvidar la palabra amigo, por quitarte mi mano, por darle vuelo a los labios.

Y más aún lo siento, porque aún te extraño, porque aún te pienso, porque aún te observo, porque aún no te olvido, porque aún no acepto el destierro.

Lo se, ha pasado varios minutos. No creas que al salir del cuarto te habrás borrado, es sólo que no deseo que me veas llorar, ni me veas sufrir, tal vez sea la única forma en que la persona más mala del mundo se aleje de ti.

Un beso amor.
No, ya no, ahora simplemente adiósLa persona más mala del mundo.
Zhely Alceda

Ven, siéntate a mi lado, ¿no quieres? De acuerdo puedes estar del otro lado. Sólo quiero platicarte lo que ya te platiqué, no es necesario que digas nada, tampoco que lo escuches, tal vez desde la primera palabra ya estés viajando en otros horizontes. No quiero aburrirte con tontas historias, ¿ya te vas?, tenía la esperanza de que te quedaras, prometo no tocarte, amarrar mis brazos para no abrazarte, dejar mis alas para no acariciarte, estaré muy quieta de este lado, sin cruzar la raya tan sólo una mirada.

Aunque tengo las palabras en realidad, ahora que estás de frente, no se que decirte. Estos días han sido extraños, he sentido viajando entre dimensiones de quien no soy y nunca quise ser, no me reconozco cuando en mi memoria repaso cada verso, cada estrofa, cada sentimiento. ¿Sabes? No sólo se quedaron en papel, también se tatuaron en mi corazón y desde entonces este sangra, pero no quiero hablarte de mi dolor, quiero saber del tuyo, ese que puedo percibir en tus ojos al verme.

Quisiera poder encontrar la manera de borrar tanta letra, tanto momento, pero no puedo, regresar al pasado sólo es posible cuando recordamos los sucedido. Perdóname, porque se lo que hice, se lo que está pasando. El perdón suena poco, no existe palabra inventada en ningún idioma que muestre por entero mi arrepentimiento. Tal vez sabía el poder de las palabras, lo conocía y hasta lo entendía, hubo un momento en que me perdí, dejé de ver la luz, todo daba vueltas y las cosas su fueron sin control. No me excuso, tan sólo intento dibujarte mi mundo.

Ahora puedes ver mis lágrimas cayendo a los costados, voltea hacia el techo sino quieres ver, daría tantas cosas por regresar y callar ese momento, sanar tu dolor, mostrarte la realidad. A veces, he de confesarte, que me desespero, porque se que fui la única culpable, no supe escucharte, no supe entenderte, leía tus palabras pero no las comprendía, sentía tus latidos y no los cuidaba. Tal vez sientas que sólo intento calmar mi propia culpa, pero no es así, ¿de verdad piensas que puedo sonreír viendo tu vacío? Quiero saber la forma de corregir las cosas, ver al pasado no sirve para cuando intento buscar respuestas, no puedo decir que soltaste mi mano cuando creo que nunca la tomé.

Puedo esperar todo el tiempo pero no puedo detenerme. Debo continuar aún cuando lleve un puñal atravesado en el alma, aún cuando tu memoria me invada por las noches y me diga el daño que hice, me diga que por mi culpa tu luz se desvaneció, ¿aún estás ahí?

Yo estoy aquí, sin nada más que ofrecer, si tener muy en claro que decir, ¿puedes escuchar los gritos de mi alma?, probablemente ya no y sólo esperas que te diga que he terminado para que puedas marcharte, ¿te sientes prisionero? No te preocupes, me levanto, no para tocarte, sino porque de verdad he terminado. Mi corazón se queda con el viento y mi espíritu en este momento, se quien soy para ti en este momento, la persona más mala del mundo.

En verdad ya no duele, ya no lastima, porque se que esas palabras son ciertas y ante eso sólo puedo responder con un lo siento. Lo siento por no a ver encontrado las respuestas, por no encontrar la cura, el remedio, la corrección. Lo siento por ser humana, por quererte de la forma en que nunca debí, por pedirte aquello que no podías darme, por adelantarme, por decir sin saber. Lo siento por soñar con lo prohibido, por cambiar y dejar de ser quien era, por olvidar la palabra amigo, por quitarte mi mano, por darle vuelo a los labios.

Y más aún lo siento, porque aún te extraño, porque aún te pienso, porque aún te observo, porque aún no te olvido, porque aún no acepto el destierro.

Lo se, ha pasado varios minutos. No creas que al salir del cuarto te habrás borrado, es sólo que no deseo que me veas llorar, ni me veas sufrir, tal vez sea la única forma en que la persona más mala del mundo se aleje de ti.

Un beso amor.
No, ya no, ahora simplemente adiós

ENCUENTRO


Encuentro



Diáfano llegas

para acariciar con silencios

mi piel olvidada;

transformando en fuego

las ilícitas miradas.



Temeroso te acercas,

buscando un refugio

para las caricias negadas.



Trémula y ansiosa

por vivir la fantasía,

de convertirme en el vergel

donde cristalices al fin

 tu pasión desbordada.



Radiantes de sueños,

de crepúsculos rotos,

de añoranzas guardadas.



Soledades que se abrazan

detrás de la timidez

que se oferta en palabras;

indefectible encuentro

de dos almas marginadas.



Calíope Corral Tiscareño ©

SANGRE DE VERSOS


Sangre de versos



A veces gris,

camuflada entre sombras,

soy el eco de voces

que me son ajenas.



Extraña,

deambulando a oscuras,

espectadora silente

de esta vida que pasa.



A veces transparente,

figura anónima de quien fui,

aplasto contra las paredes

mi tiempo miserable.



Desvalida,

me inclino sobre los segundos

y su frágil duración

para soñar en palabras.



A veces letras,

que en la tinta de mis venas

encuentran refugio

para habitar el papel.



Vocablos que mueren

para que en ellos renazca,

viviendo y amando

mediante su fuerza.



A veces gris,

otras transparente,

pero la sangre del verso

dignifica mis días.



Calíope Corral Tiscareño ©




NIÑOS DE LUZ


Niños de luz

(para los niños especiales)



Mínimo estuche de alegrías

repleto de esperanzas tu camino,

enfrentando un mundo frágil

donde ser diferente es casi un crimen.



Niños de luz infinita

que no  todos vemos,

porque temerosos huimos

 de la situación que imponemos.





Niños con ojos aventureros,

que de sonrisas cubren rutinas;

ojos que transforman lo que ven

con tan sólo soñar.



Almas que vuelan en sus pupilas,

mirar que traspasa la realidad,

ojos que encuentran la fantasía

hasta en la gente que los discrimina.



Ojos que irradian violenta ternura,

que te contagian de fuerza escondida,

que son ejemplo de valentía,

ojos que ríen a quien los mira.



Manos inquietas y puras,

dispuestas siempre a crear,

manos que curan heridas

con tan sólo acariciar.





En la pequeñez de sus manos

cabe el futuro que se merecen,

cabe la lucha de su día a día

y cargan en ellas mi corazón.





Calíope Corral Tiscareño ©

INSOMNIO


INSOMNIO




Entre volutas de humo

me acecha tu recuerdo,

insípido y lejano

cruje en mis desvelos.



La luna entra vacilante,

por la ventana se escurre,

mientras los ruidos se arrastran

solidarios del dolor.



La realidad me invade

y en furor etéreo,

asesina iracunda

tu imagen sombría.



La extensa amargura

que pobló mis días,

emigró al desierto

de tus soledades.



Entre volutas de humo,

divinizo en verbo

el aciago tiempo

que desperdicié a tu lado.



Calíope Corral Tiscareño ©






EN SECRETO


En secreto



Atrapada en tus recuerdos,

escucho los lamentos

de tu orgullo herido

cuando a escondidas me extrañas.



Habitante del ensueño,

en alianza con la noche,

observo el cruel hastío

en que tu vida pasa.



No soy dueña de tus risas

o del beso matinal,

pero en secreto poseo

uno a uno tus anhelos.



Mi voz en susurros

endulza el momento,

cuando despierto sueñas

que hasta mi sombra besas.



No son mías tus horas,

ni de tus caricias soy dueña;

me pertenece el suspiro

que en indiferencia ahogas,

cuando en secreto me amas.







Calíope Corral Tiscareño ©

PROMESAS


Promesas



Esta noche prometo

liberar las ataduras

que limitan los sentidos,

retirar los velos del deseo.



Noche donde el silencio

no quepa en mi alcoba,

para dar rienda suelta

a la pasión contenida.



Prometo entregar,

sin medidas ni recelos,

el tacto de mi piel

a tus labios sedientos.



Que los besos floten

e inunden el aire,

transformando en fuego

las miradas que se enlazan.



Recitar caricias

en el confín del anhelo,

hasta perder la conciencia

del espacio y el tiempo.



Que el amor viaje descalzo,

sin ninguna vestidura,

surcando cada poro

con la tibieza del aliento.



Esta noche prometo

ser tu sombra incansable,

ser tormenta en tus brazos,

abrigar tus delirios.



Calíope Corral Tiscareño ©


MILAGROSA LUNA




Milagrosa luna



Voluminoso rumor,

que de nívea luz envuelves

las palabras del poeta

dando vida a su creación.



Te deslizas suavemente

bajo los párpados abiertos

del insomne amante,

evocando su pasión.



Protagonista fiel

del arrullo de la noche,

donde el ensueño cobra vida

en los brazos del que añora.



Lejana madre

prodigando caricias

al infante que duerme

con tu piel por cobija.



Con tu pureza de  alma

sanas profundas heridas

del corazón que sufre

y del cuerpo que llora.



Milagrosa luna

remedio del enfermo,

compañera del que ama

inspiración de mis letras.



Calíope Corral Tiscareño © todos los Derechos de Autor Reservados.