Proyección
Aún ciega de sol y de ti
sé adivinarte día con día
vestido todo de negros silencios
yendo y viniendo
por los agridulces derroteros del desamor
Ni me tocas, ni te llamo:
Pasas siempre indiferente
a las espaldas de mi asiento
rozando mis labios tibios
con la frialdad de tu mirada
Abejas de amor rezumban en torno tuyo
y la sensualidad de tu sonrisa
palpita intuitiva muy cerca
de mis callados amaneceres
Me ignoras y te ignoro:
Somos magistrales
jugando al juego de los mentirosos
Renuncio hoy a mi pesar inclemente
al derecho de contemplar resplandores
que ensombrezcan el otro lado
de mi corazón yerto.
Calíope Corral Tiscareño, D.R.
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