Tu dominio
Centauro de mil batallas
el de la fiera mirada
más la ternura recóndita
oculta en tus palabras
Restalla
tu voz
y me desgajo en los huesos
sin memoria ni voluntad
me rindo a tu dominio
De nada me sirve
fingir valentía
pues
la cruenta batalla
que libro contigo
la perdí del todo
con el primer suspiro
Poderoso liante
que acechas mi nombre
obstinado guerrero
reclamas un triunfo
ignorando que es tuyo
desde que tus ojos
se posaron en los míos.
Calíope Corral Tiscareño, D.R.
No hay comentarios:
Publicar un comentario